El Banco de Alimentos llegó en un momento de grandes cambios en el suroeste de Pensilvania. La otrora próspera industria siderúrgica, que había sufrido un lento y constante declive durante casi 30 años, empezó a deteriorarse rápidamente a principios de la década de 1980.
En enero de 1983, la tasa de desempleo de la región alcanzó el 18,2%, dejando a 212.000 personas sin trabajo. El colapso de la economía de nuestra región, basada en las fábricas y las minas, devastó a la gente, que de repente se quedó sin ingresos, sin poder pagar las facturas y sin poder alimentarse ni alimentar a sus familias. El Banco de Alimentos estaba allí no sólo para proporcionar asistencia alimentaria, sino para ayudar a la gente a recuperarse.
En 2000, el Banco de Alimentos abrió las puertas de sus instalaciones en Duquesne. Esta instalación fue el primer edificio con certificación LEED en Pittsburgh y el primer banco de alimentos con certificación LEED del país. Conozca más sobre esas instalaciones aquí.
En la actualidad, trabajamos con una red de más de 1.000 socios en los 11 condados en los que prestamos servicio. Además de abastecerse, almacenar y distribuir alimentos, el Banco de Alimentos participa activamente en la estabilización de vidas y en la lucha contra el hambre crónica, la mala nutrición y la salud. Y, gracias a nuestros esfuerzos de promoción, nos hemos convertido en uno de los principales impulsores de iniciativas integrales contra el hambre a escala regional, estatal y nacional.
Al proporcionar a las personas los alimentos que más quieren y necesitan, estamos teniendo un impacto significativo en las vidas de nuestros vecinos. Conozca más sobre el impacto que tenemos en la comunidad aquí.