Historias de cambio

La historia de Melanie

Melanie, de McKeesport, espera pacientemente en la cola de una distribuidora.

Melanie comparte con franqueza que se ha encontrado en una situación que nunca había previsto: cuidar de su marido mientras se reajusta repentinamente a la vida con el diagnóstico de cáncer de páncreas en fase IV.

El diagnóstico ha forzado muchos cambios en sus vidas. Antes del diagnóstico, su marido trabajaba, recibía alimentos de las despensas locales para ayudar a llegar a fin de mes y estaban ahorrando para poder comprar un coche familiar. El diagnóstico cambió esos planes, pero afortunadamente la familia pudo ayudar.

"Su familia nos ha dejado este coche para que pueda llevarle a la quimioterapia y a todas sus citas, porque ha sido una carga con todos los copagos y las recetas y todo eso. Así que está empezando a acumularse y a pasar factura".

Melanie ha asumido ahora la tarea de conseguir la ayuda que necesitan.

"Es estresante para él porque está acostumbrado a hacer lo que solía hacer. Y eso le hace sentirse mal y le provoca más depresión. [Viajo] de este Banco de Alimentos a otra despensa porque nuestros ingresos se han reducido porque él ya no puede hacer lo que solía hacer. Venía a las despensas y conseguía para su familia y para nosotros también".

Sus dietas también han tenido que cambiar para proteger su salud.

"Me encantan las verduras. El cáncer de páncreas le ha provocado una diabetes, porque le está afectando a la insulina. Así que aprecio las verduras, las alubias y todas las cosas con las que puedo hacer comidas, porque ahora tiene que llevar una dieta rica en proteínas para fortalecer su cuerpo. Es una forma diferente de vivir. Realmente, aprecio cualquier cosa, y luego las leches secas... Las leches secas son muy útiles. Si realmente te educas en cómo cocinar con esas cosas, puedes hacer mucho [para] estirar eso. Y cualquier cosa ayuda".

Melanie agradece la posibilidad de recibir los alimentos necesarios para cuidar a su marido a través de nuestras distribuciones.

"Que Dios los bendiga [a los voluntarios y donantes]. Son magníficos. Quiero decir, que la gente venga aquí y haga este tipo de cosas cuando no tiene que hacerlo. Sin ellos, creo que mucha gente no estaría comiendo y haciendo cosas. Es una bendición. Es hermoso. Me encanta".

Su donación de 200 dólares puede proporcionar 600 comidas

$50
$100
$200
$500
$
Donar ahora