Curtis y Audrey hacen todo lo posible por llegar a fin de mes, pero la pandemia de COVID-19 lo está convirtiendo en un reto. Mientras Audrey espera a que se le conceda la invalidez, Curtis ha estado trabajando en un hotel y en un restaurante local, pero en estos momentos está de baja en ambos.
"Llevo un año y medio sin trabajar a la espera de la incapacidad y él está de baja en su trabajo desde marzo. Todo lo que podamos hacer para conseguir un poco de ayuda, lo agradeceremos mucho."
Audrey está cada vez más preocupada por el virus, pero agradece la ayuda que han podido recibir a través de la distribución en el aeropuerto.
"Mi ansiedad ha estado por las nubes", dice Audrey. "Nunca hemos tenido que hacer esto y son agradecimientos muy sinceros los que doy a la gente y tenemos la bendición de poder salir".
A los donantes y voluntarios que hacen posible estos eventos, Curtis y Audrey les dijeron: "Gente como vosotros, sois héroes para nosotros. Todavía tenéis que volver a casa con vuestras familias. Mientras estéis a salvo, es todo lo que podemos pedir. Pero tenemos la bendición de que la gente se haya ofrecido y sea capaz de hacer cosas".